iii
Me encuentro constantemente
atrapada en tu heterología.
"¿Quién eres?", me preguntas,
como preguntándote a ti mismo.
Y yo, que sólo soy —a duras penas—
niego lo que me queda: silencio.
Me desencuentro constantemente
en conferencias distendidas.
Sabiendo que sé, ya no preguntas.
atrapada en tu heterología.
"¿Quién eres?", me preguntas,
como preguntándote a ti mismo.
Y yo, que sólo soy —a duras penas—
niego lo que me queda: silencio.
Me desencuentro constantemente
en conferencias distendidas.
Sabiendo que sé, ya no preguntas.
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