ii
Para leer un poema, habrá que renunciar a mirarle, a entenderle, a tenerle siquiera.
El poema de tibio humo debe leerse en sueños, nunca directamente.
Habrá que dejarse anestesiar, como las plegarias hacen con la fe.
El poema se inhala, se hilvana en su reflejo.
Para hacer un poema, habrá que volverse polvo de lágrimas.
El poema, como el amor, debe hacerse intensamente y de a poco;
Dejar que orne en tus deseos su delicada filigrana.
Volver tranquilamente la vista del poema, que cuando no lo sea más, nacerá en vestigio de sílabas.
Comentarios
"Eso
Será
La poesía".