Mímica II
No has dado pretexto aún al incipiente verso, y mil, de tus labios han nacido en rebeldía. No perdonaste al canto que murmura en los latidos,y en tu dictadura, has tomado mi mano. Buril de mi insomnio, que sepas: has dado motivo. No fueron las ausencias más que un beso del tiempo, un abrazo nocturno, una inmaculada contradicción. Y no fue el grito de la estrella una feliz pesadilla. ¿Es que no sabes que el amor es esto?