Concomitancia
nos sentamos en la fuente a la misma hora desde el borde de la ausencia se extiende la piedad de su blancura casi sin lástima llueven las migajitas cuando no roban el bocado al aire castigan los adoquines con sus picos donde a veces ha habido pan ahora hay súplicas de muerte se sufre cuando existe la ansiada borona se debe sufrir también cuando no hay ni blancura ni piedad en la frontera de la duda